Vivimos una época donde la mayoría de productos ya no cumplen las expectativas. Nos pasa todos los días, allá donde vayamos la cantidad prima sobre la calidad, la profesionalidad se echa en falta y el trato humano es, en muchos casos, inexistente. ¿Cómo hemos llegado a este punto? Parece que ya nos hemos olvidado de unos valores sociales que siempre estuvieron ahí, mucho antes de la globalización y la entrada en escena de las grandes multinacionales.
Siempre hay un tipo de cliente que busca algo más. Cada vez son más las personas que no se conforman con un servicio estandarizado y buscan un trato más personal y cercano. Son clientes exigentes a los que no les gusta sentirse engañados. Valoran cosas tan sencillas como una sonrisa, o que recuerden su nombre cuando regresan. Esperan un trato profesional y desconfían de empresas que cambian constantemente de empleados. Parece mucho pedir, pero no lo es.
Es para ese tipo de gente para la que trabajamos. Porque trabajamos para poder vivir pero también queremos que nuestra vida se refleje en nuestro trabajo. Estamos orgullosos de nuestra empresa, un Restaurante de marcado carácter familiar que lleva en pie más de cuarenta años. Sabemos lo que hacemos, son muchos años ya, muchas experiencias y muchos amigos. Es por ello que deseamos conocerte, es por ello que queremos que nos conozcas.
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